Al filo de la locura

(Un día en la vida de una madre trabajadora)

Os saludo a todos, lo primero, porque hace dos días y medio que no he contactado con vosotros (bien escribiendo, bien, al menos, leyéndoos). Si digo dos días y medio es porque el fin de semana lo considero fuera de los días hábiles… que ya tengo yo suficiente con sobrevivir en mi casa, como para encima tener el stress añadido de “conectarme”. Durante estos dos días y medio laborables que llevamos de la semana, la acumulación de tareas de uno y otro orden han propiciado que mi “conexión neuronal” al Islote quedara inhabilitada… supongo que se trata de una especie de mecanismo de defensa y adaptación al medio: ES DECIR, LA CABEZA, A MI, NO ME DA PARA MÁS… y no es una autoconmiseración o autocomplacencia… yo, aunque lo parezca (que yo sé que doy otra impresión), nunca he sido muy lista.

El lunes ya tuve bastante con aprovechar la hora de la comida para comprar en el Alcampo un “apañillo” para la semana (regalos de cumpleaños para los compromisos sociales de Emma incluidos), apañillo que me generó unas cercenaciones en las muñecas como consecuencia del número de bolsas que al final cargué que todavía me duran como estigmas en mi piel; con comprar una coloñita para mi amor (que era el día de los enamorados, no sé si os suena) en el Juteco de la Calle Alcalá; y con ir al dentista a que me hicieran una reconstrucción. Rematamos la noche (en este caso, mi “amor” y yo) no con un “homenaje” como hubiera sido lo propio, sino recogiendo todos los guisantes que en innumerables arcadas y durante múltiples ocasiones iban saliendo del diminuto cuerpo de Emma… ese día creo que había comido guisantes, no sé por qué.

El martes, ayer, tampoco dio para más: entre 7 y 8 y 10 de la tarde hablé con mis padres, que estaban en mi casa y necesitan mucha comunicación (habían traído a Emma, a la que por la mañana yo la había llevado a su casa en vez de al cole, por lo de los guisantes), monté varias sorpresas de los huevos Kinder, nos disfrazamos de vaqueros los niños y yo (era el jueguecito que me tenían preparado), preparé pescado cocido para la cena, me volví a vestir, esta vez de Jane Fonda, y me bajé al gym…. 8 y 10, empezando la clase a las 8, pero esta vez, jajá, me había lavado las manos, que a veces estoy saltando con un pestuzo a cebolla, a pescado, o a lo que sea, que te cagas.

Y esta mañana, me he escapado de la ofi a la 1 y pico para sacar mi “código de cotización como empleadora”…. para hacer los papeles a Yira, a 20 minutos andando de aquí, y pasando de vuelta por el Champion (es un súper, lo digo para el que no le suene) para seguir con lo del “apañillo” semanal…. qué sería de mí si tuviera unos hijos que comieran más. A la salida me voy a Rivas Vaciamadrid Este a buscar a Emma a un cumple. Ya he hablado por teléfono con mis padres, mis suegros, mi marido, Yira y hasta el susun cordia para organizar quién se queda con Fabio hasta que lleguemos Emma y yo del cumple e Ignacio del dentista, que aparte de vosotros conoce mi vida un radio de compañeros de 20 metros a la redonda.

Aderezado, todo lo anterior, con que tengo un trabajo entre manos excepcional en mi vida laboral(preparar una conferencia para el jefe) que nunca me habían dado, y que me tiene acogotada y con el miedo propio del portero ante el penalti), ya comprenderéis, puesto que os he puesto en antecedentes de mi déficit intelectual, que El Islote ha tenido que esperar…. porque el domingo, día de resaca para algunos (tenías que haber bebido de la Saphire, Rafa, que estaba exquisita, doy fe de ello), que tenía previsto echar un vistazo, ni se me pasó por la cabeza lo de la conexión: Hacer la guardia a un marido que por la mañana tiene fútbol y por la tarde pádel tampoco es una cuestión para tener en cuenta.

Bueno, chicos, que, amparándome en vuestra comprensión y generosidad a la hora de la escucha, os he contado un ratito mis cuitas…. ¿o es que ésto, este dominio que no es UNA MIERDA, no va a servir también como diván de psicoanalista? Te sugiero, Rafa, que pongas un link “PSICOANALISTA” que lleve directamente a mi dirección, que con la práctica que he refrescado esta mañana con la visita de López Cachero, a lo mejor puedo servir de ayuda a alguien.

bperales@elislote.com

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